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Las altas temperaturas, el calor y las olas de calor son un añadido más a todas las molestias padecidas en el último trimestre para una embarazada. 

Durante la gestación aumenta la temperatura corporal de las embarazadas y las altas temperaturas en verano las convierten en un colectivo especialmente vulnerable al calor. 

Como consecuencia de las altas temperaturas, los vasos sanguíneos se contraen con el objetivo de regular la temperatura corporal. A pesar de la lucha interna del organismo de bajar la temperatura de manera adecuada, si no lo consigue aumentan las posibilidades de sufrir episodios de deshidratación o golpes de calor, pudiendo afectar al proceso de gestación de una embarazada. 

 En éste artículo os explicamos qué riesgos suponen las altas temperaturas para las mujeres embarazadas y cómo pueden evitarse siguiendo una serie de recomendaciones y un seguimiento por tu ginecólogo muy de cerca para tener un embarazo seguro en verano.

 

 

Riesgos para las mujeres embarazadas en verano

1.Bajadas de tensión

La tensión arterial baja es un síntoma habitual en el embarazo, debido al aumento de sangre que circula por las venas para cubrir las necesidades del bebé.

Los síntomas de la hipotensión son : mareos, naúseas, vértigo, visión borrosa, palpitaciones, desmayos.  Sin embargo, cuando hace mucho calor, estos síntomas se agravan, las bajadas de tensión no son peligrosas pero hay que vigilar otros síntomas que a su vez podrían indicar un golpe de calor.

2. Problemas de circulación

Con las temperaturas altas, la retención de líquidos aumenta, el calor excesivo produce una dilatación de los vasos sanguíneos (vasodilatación) afectando a la circulación de la sangre la cual provoca un aumento de acumulación de líquidos.  En en éste momento cuando aparecen los edemas.

Los edemas consisten en una hinchazón de tobillos, pies y  piernas que suelen aparecer en el último trimestre del embarazo. Tener edemas ligeros está dentro de la normalidad, pero si éstos se agravasen y aparecieran de forma brusca en otras partes del cuerpo, como en manos y cara, sería necesario acudir a tu ginecólogo .

3. Riesgo de deshidratación

Durante el embarazo es de suma importacia aumentar la ingesta de agua para cubrir las necesidades metabólicas durante la gestación.

La deshidratación es un riesgo importante durante el embarazo y se asocia a mayores riesgos de padecer trombosis venosa, infecciones urinarias, reducción en los niveles de líquido amniótico, estreñimiento inclusive puede provocar que el músculo uterino se contraiga antes de lo debido originando un parto prematuro.

Ante la presencia de síntomas de estar sufriendo una deshidratación (fatiga, hinchazón, calambres en las extemidades, taquicardias o palpitaciones provocadas por el descenso de la presión arterial hay que acudir de manera urgente a los especialistas en maternidad para que puedan valorar el estado de salud de la madre y su bebé.

4. Aparición de melasmas

 

La piel de las embarazadas se vuelve más sensible debido a los cambios hormonales que se producen en el embarazo. La piel es mucho más sensible a factores externos como el calor y la exposición solar lo que puede derivar en sufrir sarpullidos, erupciones o manchas en la cara conocidas como cloasma o melasma gestacional.  Los melasmas son manchas de color marrón claro o intenso que aparecen en las zonas expuestas al sol, sobre todo en la cara.

5. Infecciones en la fase final del embarazo

 

Durante las últimas cuatro semanas de embarazo el cuello del útero comienza a dilatarse siendo un signo inminente del parto, es entonces cuando  la mujer pierde el tapón mucoso; encargado de cerrar el cuello uterino y las membranas.

En desaconsejable practicar natación cuando ya se haya expulsado el tapón mucoso con el fin de evitar posibles infecciones.   Muchas mujeres no perciben la expulsión del tapón mucoso, por lo que evitar los baños en piscinas y el mar evitará posibles infecciones que puedan poner en riesgo la recta final del embarazo.  

 

 

    Recomendaciones para evitar los riesgos del calor y las altas temperaturas

    Una vez descritos los posibles riesgos para una embarazada provocadas por  las altas temperaturas del verano desde Clínica de ginecología Ginecom en Córdoba, os dejamos éstas recomendaciones de prevención que podéis seguir:

    • Buena hidratación y dieta adecuada. Es fundamental que las embarazadas beban suficiente líquido, según el Observatorio de Hidratación y Salud, deben ingerir alrededor de 3 litros de agua por día, incluyendo el agua de los alimentos.

    • Evitar los baños muy calientes.

    • Usa ropa ligera y transpirable

    • Ejercicio físico moderado llevado a cabo en las horas con menos grados de temperatura al día.

     

    • Protégete del sol y del calor

    • Alterna tus tiempos, evita permanecer demasiado tiempo sentada y/o de pie

    • Mover las piernas y pies para estimular la circulación. Manten las piernas elevadas siempre que estés sentada

    • Dormir sobre el lado izquierdo favorecerá la circulación sanguínea.

    Confía en tu clínica de confianza

    Desde la Clínica Avanzada Ginecom nos ponemos a vuestra disposición para que podáis contactar con nosotras para cualquier duda o pregunta relacionada con el test de embarazado.